La llegada del frío tan de repente está teniendo el primer daño colateral que afecta a mi vida, tengo que cambiar mis zapatillas caseras, tan corrientes y molientes, por unas nuevas que no tengan esos agujeritos que me acompañaron los últimos meses del invierno pasado.
La cosa parece un asunto menor pero no lo es tanto, y ya no por aquello de que calienten mis "delicados" pies más o menos, algo que con la agradecida calefacción pasa a un segundo plano, sino por esa apuesta por el "glamour" casero que he decidido llevar a cabo este año y que pierdo, irremediablemente, cada día.
Monday, March 12, 2007
Subscribe to:
Comments (Atom)